miércoles, diciembre 26, 2007

Juguetes

Juguetes

Dr. Luiz Velloso
fatonemar@fibertel.com.ar

Un juguete es todo dispositivo que posee muchas de las características de los objetos reales, pero su tamaño permite el dominio por parte del niño, sobre el objeto al que el adulto le otorga representación simbólica.Al jugar este se transforma en objeto e instrumento en el intento de dominio de situaciones difíciles que se le crean en relación con los objetos reales. Jugar es, también, el medio con que el niño reproduce a su voluntad las situaciones placenteras o penosas que por sí mismo no puede recrear en el mundo real.
Atributos de un buen juguete

Un buen juguete es aquel objeto, que por sus características menos determinadas, sea capaz de recibir toda la riqueza proyectiva del niño, cuyas características más notables son:
-La posibilidad de ser manipulado. Es decir, que el niño pueda manejarlo con sus propios medios: sus manos.
-Concordar con el desarrollo de su motilidad y capacidad de aprensión.
-Ser de material atóxico: el niño en su proceso de reconocimiento, explora con las manos y con la boca
-De tamaño, consistencia y peso adecuados a su desarrollo.
-Que no se rompa con facilidad.
-Que sea fácil y económico su reemplazo. En el caso de ruptura, extravío, pérdida. Es preferible, evitar los juguetes costosos, difíciles de sustituir.
-Que sea sencillo, esto facilita las proyecciones de sus fantasías. Son los que mejor se adaptan a la función específica del juego: elaborar traumas.
-Que no sea mecánico ni de uso peligroso. Los mecanismos por simples que parezcan como un autito a cuerda, una muñeca que camina, causan desconcierto al niño / niña. Ellos tienen poco control del objeto. El juego se frustra cuando el niño no tiene la madurez, coordinación y destreza adecuada para dominar el juguete.
Algunas veces es posible recuperar algunos juguetes, sacándoles las baterías (que en general son tóxicas), ponerle un piolín al cochecito. De forma de devolverle el dominio al niño.

Bibliografía
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17) Winnicott, Donald. Realidad y Juego. Buenos Aires, Gedisa, 1987.

NOTAS:

1. Niños de la misma edad, que conviven y comparten actividades como los gemelos, los mellizos y múltiples, suelen jugar juntos. Es habitual que los gemelos pasen algún tiempo juntos y algo aislados, se distraen jugando. Desde cierta distancia al adulto que los cuida le corresponderá estar atento, para intervenir adecuadamente y reintegrarlos a la rutina de la casa, después de cierto tiempo. De esta manera, prevenimos la tan temida simbiosis entre hermanos, que retrasa y paraliza el desarrollo del niño, de cualquier niño, por falta de la estimulación que necesita de sus padres o sustitutos. Es natural que los hijos múltiples se acompañen mutuamente, compartan experiencias, disfruten estando juntos.

2. Es conocida la excitación, el disgusto y desconcierto de un niño cuando este no puede manejar un juguete (dominar), cuando tiene movimientos propios, como en el caso de juguetes que funcionan a cuerda o a batería. Estos suelen ser rápidamente abandonados o rotos para la frustración de algunos adultos.

3. Winnicott, Donald, Los bebés y sus madres, Buenos Aires, Paidós.

4. Aberastury, Arminda. El niño y sus juegos, Buenos Aires, Piados, 1977, página 17.

5. Considerado juguete universal, con características mágicas.

6. Principalmente en el caso de gemelos idénticos.

Estudio sobre Gemelos y Mellizos

 Estudio sobre Gemelos y Mellizos

Dr. Luiz Fernando Roehe de Oliveira Velloso
Dra. Marta Elena Fatone de Velloso fatonemar@fibertel.com.ar

Publicado en REVISTA DE PSICOANALISIS
ASOCIACION PSICOANALITICA ARGENTINA, 1991 tomo XLVIII, nº 5/6s.

"Cuidados por sus padres adoptivos los hermanos crecieron robustos y sanos, y pronto llegaron a ser unos jóvenes hermosos y arrogantes. Se conquistaron numerosos amigos entre los pastores del Monte Palatino, y cada uno de ellos se creó a sus adictos".
(Rómulo y Remo. Mito de la creación de Roma)

Introducción
Este trabajo se relaciona con un tema de mi interés. Por mi condición de gemelo univitelino me encontró con un sinfín de inquietudes, preguntas, temores y dudas, relacionados con este tema.He tenido la suerte de que muchas de estas inquietudes fueron aclaradas en el transcurso de mi análisis personal, con Elisabeth Goode de Garma, que pacientemente siempre me alentó a investigar algunos aspectos distintos y sutiles que surgen a partir de las terapias de gemelos y mellizos.En el transcurso de mi desarrollo profesional, he podido psicoanalizar a doce personas con tales características, en su gran mayoría en cuatro o más sesiones semanales. Estos pacientes me enseñaron a comprender en forma objetiva, muchos de los aspectos desarrollados en este trabajo.Pero no sólo de mis experiencias se compone este ensayo, he logrado entusiasmar a la Dra. Marta Elena Fatone de Velloso (mi esposa) a colaborar activamente, a través de sus historias y sus ideas y juicio crítico. Contamos también con un valioso instrumento que es el proceso diagnóstico desarrollado por el Dr. Jamil Abuchaem, que nosotros aplicamos en forma sistemática a todos los pacientes, antes de dar inicio a un tratamiento psicoanalítico, salvo raras excepciones, como por ejemplo en los casos de que sean derivados ya con Aun psicodiagnósticos o en el caso de reanálisis. Tales psicodiagnósticos fueron evaluados y controlados, en parte, con la ayuda de la profesora Ofélia Vázquez, especialista en Rorschach, lo cual nos ha brindado una cantidad significativa de datos que nos permitirá ampliar la comprensión psicoanalítica de la personalidad de estos pacientes.
Luiz F. R. de Oliveira Velloso

Nosotros, en este trabajo, trataremos de demostrar que.no hace falta ningún cuerpo teórico especial para la comprensión del psiquismo de los gemelos y mellizos; para ello utilizamos, en la clínica, las teorías ya conocidas, en especial las teorías de la escuela argentina.
Si bien encontramos diferencias en algunos aspectos del desarrollo gemelo, éstas no son significativas al punto de proponer modificaciones en los enfoques teóricos existentes; consideramos que lo normal de los gemelos y mellizos es que individualmente tengan un desarrollo propio. Cada uno de ellos desarrolla su propia personalidad, si bien en la mayoría de los casos se muestran muy parecidos desde lo manifiesto, pero la investigación psicoanalítica profunda nos demuestra que lo latente en cada uno de ellos es diferente y personal, lo que significa que en nuestra labor clínica no hemos podido encontrar, entre la mayoría de nuestros pacientes, "personalidades compartidas" (simbióticas) como norma, y sí como una excepción en aquellos casos en que el desarrollo de la personalidad ha resultado patológico, lo que no nos autoriza a considerar la simbiosis como un patrimonio privado (característica) de los gemelos en general.
Pensamos que en la investigación psicoanalítica de las personalidades de estos individuos se hace presente una dificultad importante para el observador y que ésta se debe al hecho de que los gemelos y mellizos presentan, en forma habitual, un gran parecido, desde el punto de vista de sus historias vitales, ya que éstas se desarrollan en un mismo escenario y al mismo tiempo, y que este parecido demanda un gran esfuerzo del observador para distinguirlos. En ocasiones, genera en el observador una cierta confusión, ya que fácilmente Se los puede llegar a considerar como idénticos por su gran parecido, lo que sin duda induce a que el terapeuta acepte con beneplácito la idea equivocada de que el mismo desarrollo del psiquismo de los gemelos y mellizos sea compartido o simbiótico. Destacamos que las diferencias encontradas son de orden cualitativo debido a que ponen en evidencia la capacidad de los padres frente al desafío que significa la crianza de hijos múltiples, ya que en los mismos se ven muy incrementadas idénticas problemáticas a las que suelen presentarse normalmente en la de los hijos unitarios; en otras palabras, es de fundamental importancia la calidad de los cuidados de los padres, principalmente en los primeros cinco o seis años de vida de los gemelos y mellizos.
A esto se agregan. las exigencias y expectativas del grupo familiar, social y cultural, ya que algunos colaboran para que se desarrolle bien la relación de los padres con los bebés, y otros atacan en un intento de destruir. Este será un tema del que nos ocuparemos mas adelante, en otro trabajo.
La personalidad de los gemelos se desarrolla individualmente

Muchas de las hipótesis que vamos a presentar en este primer trabajo han surgido de nuestras necesidades de encontrar solución a ciertas dificultades de interpretación, que se han presentado una y otra vez a lo largo de las terapias de gemelos y mellizos y de la de uno de los autores.
Una de las dificultades que consideramos más importante hasSido la forma en que habitualmente se tratan las asociaciones del paciente gemelo o mellizo en la sesión psicoanalítica. Cuando ellas se refieren al hermano gemelo o mellizo, en general se lo trata como a otra persona con la cual el paciente mantiene una simbiosis (los tratan como sí fueran siameses). En estos casos, la interpretación se orienta en el sentido de que el individuo pueda discriminarse e individualizarse, pues se supone que él se encuentra indiscriminado de su hermano. A nosotros tal situación se nos ha presentado muy pocas veces en el transcurso de un proceso terapéutico de pacientes gemelos y mellizos, y representa siempre un aspecto patológico. En nuestra investigación hemos podido comprobar que es mucho más operativo tratar de indagar qué aspecto transferencial del paciente, en este momento, está representado en su hermano, tratándolo así de la misma manera con que trataríamos a otro hermano o familiar del paciente.
En los últimos años hemos podido averiguar y comprobar que existe en la literatura psicoanalítica y psiquiátrica un cierto número de trabajos sobre este tema en general, y a través de su lectura, hemos encontrado propuestas que frecuentemente representan intentos y aproximaciones, que se dan a través de adaptaciones y modificaciones de las teorías ya conocidas, ideas que, por lo general, induce a considerar como características propias de los gemelos a algunos hallazgos encontrados en casos aislados, referentes a un desarrollo patológico. Nos referimos a algunos de los trabajos de importantes autores que anteriormente han investigado sobre el tema, de los que presentaremos una breve reseña histórica:
1933. "An análisis of the neuroses of identical twins", de Herbert J. Cronin, es uno de los primeros trabajos psicoanalíticos y en él se han apoyado algunos autores. Plantea que la gemelaridad es un distinto handicap del que surge el conflicto intrapsíquico que precipita las situaciones que condicionan sus neurosis. Los pacientes sentían como si fueran partes iguales de una unidad, que ha sido dividida en dos, se sentían diferentes de los niños comunes, aunaron sus recursos y se mantuvieron unidos. En sus adolescencias la familia y los amigos alentaron estas inclinaciones, de tal manera que en su madurez son incapaces de liberarse de su unión interdependiente. Sus valores, normas y procesos cognitivos eran similares, cuando trabajaban juntos.
1934-1935. Heinz Hartmann en "Estudios psiquiátricos de los gemelos", hace una extensa reseña crítica de otros autores que, basados en la observación de gemelos idénticos, han llegado a opuestas conclusiones, sobre las influencias de la genética y el ambiente, en el desarrollo de la personalidad. El autor señala la necesidad de un estudio exhaustivo y profundo de los datos presentados. Sin embargo, comenta que el material recogido en los tratamientos psicoanalíticos le produce la impresión de que las desigualdades en la sintomatología neurótica, de los gemelos idénticos, no sólo son frecuentes, sino que estos síntomas neuróticos se hallan entre las características psíquicas de mayor variabilidad.
1941. Orr Donglas en "A psychoanalytic study of a fraternal Twin", después de insistir en el valor del análisis de mellizos para el estudio comparativo de los factores herencia y ambiente, hace una revisión de trabajos al respecto, citando observaciones de Grotjahn, Hartmann, Cronin, y otros aún no publicados, de Steinfeld y de Knight y W C. Menninger. Nos presenta el caso de un gemelo en que muestra la interferencia del ambiente familiar en la formación de su personalidad. La no-aceptación de sus diferencias acentúa el conflicto entre individualidad y fusión con el hermano. El enfermo trata de ser lo más similar posible al mellizo para evitar la angustia de su hostilidad y la del hermano.
1946. Endre Petö (Budapest) en su trabajo "The psycho-analysis of identical twins, with reference to inheritance", nos ofrece el material obtenida sin llegar a conclusiones definitivas. De este doble análisis ofrece el siguiente resumen: en ambos enfermos algunos síntomas eran idénticos, sin que ellos hubieran tenido noción de esto. Pero el carácter, la conducta social y las formas de resolver sus problemas eran en ambos casi totalmente opuestos.
1946. Dorothy Burlingham en su trabajo "Los mellizos. Observaciones acerca de las influencias ambientales en su desarrollo", expresa que antes de emprender el estudio psicológico de la relación mutua entre mellizos es necesario examinar los factores ambientales que pueden influir en ellos; por ejemplo, la relación especial de la madre con los mellizos, la relación de los hermanos, la actitud de las personas en general hacia ellos y el efecto que tiene en ellos la fantasía, de muchas personas, de tener un hermano mellizo.
1955. Pierre Lacombe, en su trabajo "El problema del mellizo idéntico expresado en una compulsión masoquista a defraudar", postula la hipótesis de una neurosis esencial del mellizo, producida por la vivencia de haber nacido como una mitad, escindido en dos, complicando la neurosis ordinaria.
1958. Elena Evelson, en su trabajo "Una experiencia analítica. Análisis simultáneo de hermanos mellizos", presenta el caso de dos hermanos mellizos de 9 anos en que evidencia un gran temor a la separación a la diferenciación, porque esto implicaba necesariamente su muerte.
1970. Lydia Kornblihtt de Ravaschino y Raquel Soifer en el trabajo "Comentario de entrevistas realizadas a dos familias con niños mellizos", estudian entrevistas diagnósticas a dos familias distintas, ambas con niños mellizos del mismo sexo y distinta apariencia. Encuentran algunas líneas en común, que señalan, entre otras cosas, la importancia fundamental de una adecuada atención de los padres a las necesidades individuales de los mellizos. En el primer caso, la falta de individuación los levó a que éstos se uniesen en pareja (vínculo idealizado y fantástico), se hicieron cómplices con actuaciones delictivas, como defensa a situaciones internas y externas. Cada mellizo vive al otro como un rival especular alguien igual a él y enemigo fantasmagórico que aparece en todas las situaciones vitales.
1980. Raquel Soifer en su trabajo "Las familias con hijos mellizos o trillizos", nos dice que, salvo afortunadas excepciones, la familia con mellizos nos presenta a dos niños que se temen mucho entre sí, que vehiculizan sus ansiedades y sus celos mediante una unión idealizada o los altercados más violentos, y que se distribuyen la incorporación de los diversos aprendizajes a través del reparto de roles. La madre, exigida por la demanda dual, tiene la sensación de ver doble y que debería partirse por la mitad para satisfacerlos; a esto debemos agregar el sentimiento de impotencia que experimenta cuando ambos se unen para atacarla. El padre, que siente lo mismo que su esposa, se aleja y descarga su culpa reprochándole a ésta la inconducta de los hijos.
1980. Marco Aurelio Andrade, Eduardo Illa, Edgardo Rolla, en el trabajo "Consideraciones sobre el desarrollo del yo como organización de funciones, en observaciones sobre mellizos", postulan que la escisión del yo se producirá en función de una truncada e irrecuperable interrupción del arrobamiento en una situación de a tres. En tal escisión, la compensación se dará de modo especial en que las funcionalidades individuales de cada uno de los mellizos se complementarán con las funcionalidades estructurales del otro. El área afectada por el conflicto será genital. No se produce una esquizofrenia por la referida complementariedad. El objeto transicional y el fetiche no son necesarios porque el conflicto tiende a desaparecer con la simple reunión de ambos y el escrupuloso cuidado de una conducta similar en espejo.
No es nuestro deseo quitar o menoscabar el inapreciable valor de aquellos trabajos clínicos en que el paciente es un gemelo o mellizo, donde desde la clínica, el terapeuta adecuadamente muestra distintas evoluciones psicopatológicas. Nuestro interés es el de ampliar tales aproximaciones, pero lo que sí criticamos es la generalización que se suele hacer a partir de la lectura de algunos de estos casos en una forma indiscriminada; pareciera inducir a considerar los rasgos particulares de un paciente en especial como propios o frecuentes en los demás gemelos.
Es de destacar que en el afán de generalizar se crea una gran confusión entre lo que consideramos normal y fenómenos francamente patológicos, tanto neuróticos como psicóticos o psicosomáticos, que en la clínica suelen inducir a que terapeutas genuinamente interesados tengan un abordaje transferencial incompleto y erróneo, que sin duda puede perturbar el buen desarrollo de estas terapias.
En quince años de investigación, hemos encontrado que los pacientes gemelos y mellizos, al no ser entendidos en sus necesidades de comprensión en forma adecuada y reiterada, con frecuencia son llevados, en sus terapias, a la aparición de puntos ciegos, que, como todos sabemos, son de los que se valen las resistencias al tratamiento, entre otras cosas, poniendo en riesgo el buen progreso de estas terapias.
Con anterioridad, algunos de nuestros pacientes tuvieron terapias cortas con otros terapeutas. Éstas fueron interrumpidas por este mismo motivo. Los pacientes se sentían incómodos, confusos y frustrados, frente a la insistencia del terapeuta en señalar la indiscriminación.Nos llevó algún tiempo poder comprender el significado del sentimiento de frustración, que se nos producía cuando nos poníamos a leer cuanto trabajo encontrábamos sobre el tema de los gemelos y mellizos. Nos resultaban algo confusos e incompletos, no los podíamos ver reflejados en la clínica, no nos ayudaban a la comprensión de las transferencias y contratransferencias individuales de estos pacientes.Inicialmente en forma intuitiva y apoyados en el análisis de uno de nosotros, tratábamos de interpretar a los pacientes gemelos o mellizos, en forma individual, sin incluir a su hermano, como forma de trato habitual. Cuando lo hacíamos de esta forma, con frecuencia se presentaba en la sesión un fenómeno inquietante: tanto la transferencia como la contratransferencia eran de un profundo enojo e incomprensión. En la mayoría de las veces, desencadenaban protestas cuyo significado latente era que el analista se encontraba embrollado y confundido y por eso no podía ver que se trataba de aspectos del paciente, ya que no podía ver con claridad las diferencias que distinguían a los mellizos o gemelos.
Un ejemplo de este tipo de situación es el relato de una anécdota ocurrida con uno de nuestros pacientes, que aconteció en un pequeño viaje, de fin de semana, que realizó al interior de la provincia de Buenos Aires.
Al regresar de este viaje, en su sesión del día lunes, el paciente relató lo siguiente:
"A la noche, desde el hotel, llamé por teléfono a mis padres para darles noticias mías, era ya tarde. El que me atendió fue mi padre, lo había despertado. Durante toda nuestra conversación, tanto mi padre como mi madre me trataron por el nombre de mi hermano gemelo, que vive en el exterior y también acostumbra llamarlos por teléfono. Esta equivocación de mis padres me pareció muy graciosa. Cuándo les vea los voy a cargar pero ahora que le cuento no me hace tanta gracia como antes, ¿por qué será?"
En esa misma sesión, una vez terminado el relato del viaje, hace un largo silencio y enseguida cuenta un sueño (pesadilla) que tuvo en esa misma noche. Relata lo que sigue:
"Me encontraba caminando por la calle Santa Fe, entró en un negocio de ropas, y distraídamente me pongo a mirar la vidriera, veo que los precios de la ropa expuesta son muy altos, yo diría que el doble de lo normal, no me gusta nada, pero cuando me estoy preparando para salir del negocio veo a mi hermano que me mira con preocupación. Me adelanto a saludarlo y sin darme cuenta golpeo la cara en un espejo; en ese momento me doy cuenta de que no es mi hermano lo que había visto, y sí la imagen mía reflejada en el espejo. No Me acuerdo de nada más, porque desperté preocupado y si bien era muy temprano no pude dormir más".
En esta sesión pudimos ver, por sus asociaciones, que el llamado nocturno a sus padres había resultado intensamente traumático para el paciente, y que lo vivido como gracioso fue, en realidad, un intento inconsciente; de elaboración maníaca de la intensa y asustadora angustia originada por la confusión de sus padres al tratarlo por el nombre de su gemelo.
Durante esta sesión, el paciente se dedicó a describir con gran lujo de detalles los distintos rasgos que lo distinguen de su gemelo, hablando sin parar en un clima de gran angustia y ansiedad. Volvía a reiterar su descripción, una y otra vez, como si estuviera hablando a un desconocido, como si el analista, como sus padres, se hubiera olvidado de sus características.
El paciente señalaba su temor de que el analista también se confundiera, como lo habían hecho sus padres, cuando el terapeuta pudo intervenir mostrándole lo angustioso de la situación que había vivido, y que la revivía con el analista en la transferencia.
La angustia provenía de la amenaza inconsciente de hacerlo desaparecer (castrarlo, matarlo, aniquilarlo, etcétera) ya que esa noche, cuando sus padres lo confundieron con su hermano, confirmaban de manera inconsciente que él había dejado de existir reeditando, en él, una antigua fantasía infantil de que sus padres habían deseado un sólo hijo y que su nacimiento había representado un gasto extra para ellos, como surge en el contenido manifiesto del sueño ("veo que los precios de la ropa expuesta son muy altos, yo diría que el doble"), en una clara alusión al embarazo gemelar donde la ropa expuesta en la vidriera representa la panza de su madre embarazada de gemelos. Las ropas en los sueños, según el Dr. Ángel Garma, simbolizan las membranas fetales.
Su relato ansioso y reiterativo representaba un intento inconsciente de evitar que el analista le hablara. Esto sería como en el diálogo telefónico, ya que de esta forma el analista le podría confirmar tan terrible fantasía, que en el contenido manifiesto del sujeto aparece como: "Me adelanto a saludarlo y sin darme cuenta golpeo la cara en un espejo; en este momento me doy cuenta de que no es mi hermano lo que había visto, y sí la imagen mía reflejada en este espejo". Por sus asociaciones, pudimos entender que se trataba de su temor infantil, representado por las dos imágenes, una real y otra especular de un mismo individuo; ya no hay gemelos, hay uno solo, el otro desaparece como en la conversación telefónica con sus padres. Este otro es él, ya que en su fantasía inconsciente sus padres no lo habían deseado.
En la medida en que pudimos interpretar estos contenidos traumáticos, el paciente se tranquilizó, y sus posteriores asociaciones nos mostraron que lo interpretado había resultado correcto y operante.
En el caso de este paciente y en el de uno de nosotros, se puede ver con claridad que a un gemelo le resulta molesto y angustiante el hecho de que desde el otro no sea identificado adecuadamente, principalmente tratándose de personas con las cuales posee un vínculo afectivo importante, como pueden ser los padres, hermanos, pareja, hijos, amigos, analista, etcétera. Cuando les sucede en algunas ocasiones, que desde estos objetos con importante significado afectivo para el sujeto, se produce la confusión de no reconocerlo de manera adecuada, es comprensible que en el gemelo se produzca angustia, enojo y fastidio; como suele pasar con cualquier persona, más o menos normal. Les resulta siniestro vivir circunstancias similares a éstas.
Lo que a nosotros nos demuestra lo incorrecto de las generalizaciones de posturas teóricas que se basan en la idea de que los gemelos, en general, desarrollan personalidades compartidas o simbióticas, teorías que son perfectamente válidas para explicar fenómenos psicóticos, pero que, a nuestro modo de ver, no lo son para esclarecer la normalidad o la neurosis en los gemelos y mellizos. Tales posturas no permiten un adecuado desarrollo del proceso terapéutico, representando uno de los motivos de su interrupción.
Pensamos que si algunos gemelos o mellizos, en el tratamiento psicoanalítico, traen en sus asociaciones con frecuencia al otro sin discriminarse, comportándose como siameses, como si el hermano fuera una extensión de su propio yo, es porque se encuentran atrapados en una situación paranoide, producida inconscientemente, por un intenso sometimiento superyóico. El superyó les hace creer, de una manera engañosa, que de no proceder de este modo, indiscriminándose en forma simbiótica con su hermano gemelo 0 mellizo, les pueden suceder castigos verdaderamente terroríficos, de la misma forma que en el ejemplo citado anteriormente, en que el paciente temía ser aniquilado por sus padres (padres externos y padres internos perseguidores - Ángel Garma).
Se torna ineludible, para la buena evolución del proceso terapéutico, que acentuarnos la necesidad de su interpretación en la transferencia, ya que la ausencia reiterada en la intervención transferencial favorece la presencia de puntos ciegos en la comprensión de estos pacientes, facilitándose la instalación de poderosas resistencias al buen desarrollo de estas terapias.
Dicho de otro modo: el gemelo o mellizo se somete masoquistamente a su superyó y se sujeta a una realidad frustradora y persecutória. El hecho de no diferenciarse adecuadamente de su hermano dista mucho de ser una realidad gratificante para el individuo. Cuando se presenta de esta forma es porque el individuo se encuentra en una situación francamente perjudicial para su integridad yoica.
Reconocemos que lo explicado hasta este momento, referido a los gemelos y mellizos, resulta conocido, ya que en general es válido para la mayoría de las personas. Indistintamente de ser gemelo o mellizo, las reacciones frente a situaciones como las que antes hemos mencionado son casi idénticas.
Otro importante factor que distingue a los gemelos y mellizos es el trauma del nacimiento. Situación que, sin duda, es uno de los factores que han de asegurar la diferencia. En esta situación cada uno de los gemelos o mellizos ha de vivir en forma individual el alumbramiento; de esta forma ha de quedar inscrito en cada uno de ellos el cambio más transcendental que deberá experimentar el ser humano en toda su vida. El trauma del nacimiento implica una verdadera transformación radical en la vida psíquica del feto. Instala la represión primaria, es decir se cierra la comunicación amplia existente entre el yo fetal y el ello; el yo se escinde, pues una parte quedará relacionada con el mundo interno, mientras que la otra debe buscar una nueva forma de conexión con el objeto externo real, único capaz de procurar alivio a sus tensiones instintivas incrementadas; comienza el lento pasaje de la relación exclusiva con los objetos internos bidimensionales a la relación con los objetos externos tetradimensionales.
Jamil Abuchaem resume cómo este pasaje se lleva a cabo:
"De acuerdo con la teoría de las relaciones de objetos, se ponen en marcha los mecanismos proyectivos e introyectivos, lo que equivale a aceptar que, desde el nacimiento, se dispone de un yo suficientemente realizador pues es capaz de utilizar mecanismos de defensa y luchar por su adecuación a la realidad externa".
Para ilustrar lo antes mencionado, presentaremos un ejemplo clínico de dos pacientes mellizos psicoanalizados por nosotros, en años anteriores. Se trata de Miguel y Marcelo. Miguel, médico pediatra, inició su terapia con Luiz un par de años antes que su hermano Marcelo, ingeniero, iniciara una terapia con Marta. * Tanto sus terapias como sus psicodiagnósticos confirman personalidades desarrolladas y con características muy distintas.
En algunas ocasiones se presentaban situaciones, en el transcurso del desarrollo de estas terapias, referidas al trauma del nacimiento, oportunidades en que nosotros hemos evaluado y comparado las distintas similitudes y diferencias encontradas en estas situaciones vividas en común por ellos, principalmente las relacionadas con el deporte náutico, que comparten desde sus años infantiles y en el cual tienen mucho éxito.
Al acercarse la temporada de verano, los hermanos deciden poner a punto su barco, ya que en el período de vacaciones piensan utilizarlo con frecuencia. La náutica suele ser su principal actividad deportiva en este período.
Hay que pintar el casco del barco; la realización de esta tarea genera una gran discusión entre ellos. A Marcelo le urge realizarla, pero Miguel, en este momento, tiene otras prioridades que no le permiten ocuparse en forma inmediata como lo desea su hermano. Marcelo, en su terapia, se muestra muy enojado con Miguel, Se siente traicionado, no puede entender los argumentos que le presenta el hermano. Miguel está desconcertado y angustiado por el enojo de su hermano; lo vive como una gran amenaza. Sorprendentemente, en esta ocasión ambos analistas interpretamos de manera coincidente este episodio de enfrentamiento. Mostramos que, a pesar de que ambos comparten su amor por la náutica, no la viven de la misma forma, porque son dos personas muy distintas y se encuentran en diferentes momentos de su evolución. Como resultado de este señalamiento los hermanos se pudieron tranquilizar y reconciliar.
Unos días mas tarde, son invitados por un amigo a participar en una importante regata. El amigo desea estrenar un nuevo velero que adquirió hace poco tiempo. Su entusiasmo logra contagiar a Miguel y Marcelo, que aceptan la invitación a pesar de que les tomará toda una semana. En los primeros días de regata el barco sufre una serie de contratiempos, todo el sofisticado instrumental de navegación queda averiado, se enferman algunos de los tripulantes, y a pesar de que las condiciones para navegar no son las mejores, los hermanos hábilmente logran liderar la competencia. En el cuarto día de competición, por la noche, se encuentran en una peligrosa y difícil situación, tienen que decidir en qué forma cruzar un canal muy traicionero. Marcelo y Miguel, al regresar hacen en sus terapias un relato muy parecido de este episodio.Marcelo hace el siguiente relato:
"...tenemos que cruzar un canal, el canal mide unos novecientos metros, el cruce es peligroso, podemos estrellarnos en las rocas. El satelital está averiado, tenemos que resolver si perdemos la punta de la regata o si arriesgamos la nave y la tripulación, tratando de pasarlo rápidamente. Tomo la decisión de ir sondeando, de cruzar con prudencia, a pesar de que fue, para nosotros, una desventaja momentánea, pues perdimos posiciones en la regata. El cruce nos tomó a Miguel y a mí toda la noche, él sondeaba y yo timoneaba, los demás dormían. En algunos momentos, Miguel o yo nos poníamos a dudar si deberíamos o no hacer alguna arriesgada maniobra. No nos daba miedo, porque uno de nosotros siempre se encontraba más tranquilo y lograba tranquilizar al otro. Así fue como pudimos hacer el cruce sin ningún accidente. Entre los dos pudimos terminar la regata en las primeras posiciones...".
En este episodio los hermanos recrean el trauma del nacimiento, el cruce del estrecho canal representó el alumbramiento (trauma infantil), los novecientos metros aluden a los nueve meses del embarazo. La proximidad del verano era vivida por ellos en forma ambivalente, ya que en esta época ocurre la interrupción de sus respectivas terapias, y en este período tienen que valerse por si mismos, navegar solos, los demás duermen (situación traumática actual, representando a los analistas que no participan) como en la situación de alumbramiento, en que cada uno de ellos se encontraba solo. En la semana anterior a la regata, se habían peleado por no ponerse de acuerdo en cuanto a la pintura del casco del barco situación en que cada uno de ellos tenía distinta prioridad, como en el momento de sus nacimientos.Nuestra interpretación de que ambos son distintos, que resultó correcta y tranquilizadora, presente en el relato cuando Marcelo se refiere a que: "uno de nosotros siempre se encontraba más tranquilo y lograba tranquilizar al otro", que les posibilitó terminar la regata en forma exitosa, así como lo fue en sus nacimientos, situación en que en forma alternada, fueron sometidos a poderosas exigencias.Además la alegría expresada por este resultado feliz en la competencia se relaciona con el buen desarrollo infantil posibilitado por las actitudes cariñosas de sus padres, que desde siempre se han mostrado orgullosos de los mellizos.El embarazo de Miguel y Marcelo fue motivo de una gran satisfacción para sus padres, ya en sus nacimientos se encontraban suficientemente preparados para afrontar el desafío que representó la crianza de los mellizos, proporcionándoles unas excelentes condiciones para una evolución y formación de sus personalidades.
Se podría pensar que el amor y dedicación de los padres representa el más importante factor de individuación en los gemelos y mellizos, pero el trabajo clínico nos ha demostrado que también en aquellos casos en que los gemelos y mellizos no han contado con padres tan cariñosos como los de Miguel y Marcelo, encontramos que el momento del alumbramiento (trauma del nacimiento) ha producido una huella significativa que les permitió el desarrollo de personalidades distintas e independientes.
En el caso de los gemelos Fernando y Alberto sus padres no deseaban un embarazo gemelar. La madre había perdido un embarazo anterior, por una placentación ectópica; fue sometida a una cirugía de urgencia en que le extirparon una trompa, lo cual motivó en ella un gran temor a la esterilidad, que se desvaneció al quedar embarazada de los gemelos. Este embarazo tenía el significado narcisista de recuperación de su fertilidad y el hijo perdido, no deseaba más que un hijo, tanto es así que la pareja negó cualquier indicio de la posibilidad gemelar. Al final del séptimo mes de embarazo, consulta en un mismo día a dos obstetras diferentes, que al examinarla ubican "al feto" en posiciones antagónicas, como si en pocas horas hubiera dado un giro completo. Por este motivo le indican un examen radiográfico, pues existía la posibilidad de que fuera un embarazo doble. Esta posibilidad la asustó tanto, que estando en la calle sufre un accidente. Una caída desde una escalera. Se ve muy golpeada, es llevada a un hospital donde inicia el trabajo de parto.
Primero nació Alberto y cinco minutos después nació Fernando, ambos con muy bajo peso. Alberto requiere un cuidado mayor que Fernando. Fernando en su terapia algunas veces relata sucesos en que la madre solía acusarlo de las dificultades que habían tenido su hermano y ella. Solía decirle: "la partera para atender a tu parto no le prestó atención a tu hermano, que casi muere"... "para poder cuidarlos dejé mi trabajo..." "Para Que tú nacieras la partera me hizo un corte, que me dolía mucho"... (episiotomia), en una clara demostración de su descontento por este segundo hijo no deseado.
Durante el primer año de vida de los gemelos, sus padres, alegando dificultades económicas, los mantenían en una única cuna. En el transcurso de su análisis esta situación se presentaba en una fantasía terrorífica, que le surgía cuando por algún motivo Se retrasaba unos pocos minutos a su sesión, o a cualquier compromiso: le angustiaba y asustaba la idea de que el analista se enfermara por su culpa. Con melancolía, Fernando repetía, con gran exactitud, la dramática situación de su nacimiento. Había llegado tarde, por ello causó un daño irreparable. Fue sorprendente, cuando después de investigar esta fantasía inconsciente, durante muchas semanas, encontramos que se trataba de un recuerdo encubridor. Al retrasarse revivía la situación de su nacimiento. Nació cinco minutos después y de esta forma se hacía imposible el llegar a tiempo, ya que en su fantasía representaba el deseo de nacer junto a su hermano (al mismo tiempo), mimetizándose con él, y de esta forma no ser percibido por la madre, tal como había ocurrido durante el embarazo. Gran parte de la angustia que sentía era provocada por el trauma del nacimiento que lo separara e individualizara de su hermano, haciendo imposible confundirse con Alberto, ya que a partir de entonces son dos personas distintas, a pesar de que por su condición de gemelos poseen un enorme parecido físico.
Conclusiones
En esta investigación nos hemos ocupado, entre otras cosas, de buscar por qué razón los gemelos y mellizos, principalmente los gemelos idénticos, desarrollan personalidades diferentes e independientes entre sí. Pareciera lógico pensar que tanto la coincidencia genética, en los gemelos idénticos, como las experiencias intrauterinas y simultaneidad de las vivencias infantiles, en los gemelos en general (así como la influencia del ambiente, los padres, los hermanos, familiares y otros), llevara a que sus personalidades adquiriesen las mismas características. Sin embargo no es lo que hemos encontrado en la clínica. Desde ella se puede ver que tal situación no se da. La gran influencia de tantas situaciones que parecieran apuntar a una coincidencia, en algún momento se ve neutralizada de forma permanente por vivencias muy superiores, posibilitando al individuo un devenir propio e independiente. Al revisar el material de sesiones de estos pacientes hemos encontrado un número significativo de evidencias, que apuntan al trauma del nacimiento como el responsable de tal cambio. El trauma del nacimiento implica una verdadera transformación radical en la vida psíquica del feto, y en el caso de los gemelos y mellizos posibilita su diferenciación.
Resumen Apoyados en la investigación clínica de doce casos de gemelos y mellizos, los autores proponen la necesidad de aclarar Ia confusión que surge a partir de la tendencia a generalizar la idea de que la gemelaridad implica una dificultad en el desarrollo de la personalidad de estos individuos. Tal postura lleva a suponer, a priori, una simbiosis entre los hermanos. Crea la necesidad de un aborde clínico especial, orientado a crear y favorecer la discriminación. Nosotros creemos que tal postura se debe reservar a aquellos casos en que el desarrollo ha sido patológico. Desde la clínica, postulamos que los gemelos y mellizos, a partir de sus nacimientos (trauma del nacimiento), ya poseen posibilidad de desarrollo de personalidades propias. Lo que nos permite simplificar eI abordaje clínico, ya que éste no supone modificaciones a lo ya co-nocido y aplicado aI individuo en general.SummaryA STUDY OF TWINS AND IDENTICAL TWINS
Contributions to the subject of their differentiation based on the observation of twelve cases
The authors use the findings of the clinical investigation of twelve cases of twins or identical twins to contribute to the reduction of the confusion caused by the tendency to generalize the idea that being a twin implies ditticulty in developing the personality. This notion would lead a priori to the supposition of a symbiosis between these siblings and would require a special clinical approach oriented toward the creation and encouragement of differentiation. The authors believe that this position should be reserved for those cases in which development has been pathological. Clinical work has shown that, from birth (the birth trauma), both twins and identical twins have the possibility for developing separate personalities. This simplifies clinical work, since it requires no modification of the technique that is already known and used for individuals in general.
DESCRIPTORES (indizado): mellizos - gemelos - clínica diferenciada - interpretación.
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